Todo en mí me daba signos de inestabilidad, de odio supremo hacia mí misma.
Aunque estaba en paz, necesitaba algo de acción.
Y no quiero decir que busque los problemas, es algo que yace más allá del límite entre lo moral e inmoral, lo bueno o destructivo para uno.
Va más allá de un límite, de cualquiera de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario