miércoles, 1 de septiembre de 2010
Paul.
Lo cierto es que el amor te vuelve un bebé, aunque tengas cincuenta o sesenta años.
Te deforma, te consume. Y si no es sacrificado no es amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario